La ola de calor tiene a Europa Occidental sofocada. En muchas ciudades de Francia se han registrado las temperaturas más altas de la historia, según el servicio meteorológico nacional. En Brest, en la región de Bretaña, las temperaturas alcanzaron 39,3 grados centígrados, más de cuatro grados por encima del récord de 35,1 grados registrado en 2002. En la ciudad de Nantes, la temperatura alcanzó los 42 grados, frente al anterior máximo histórico de 40,3 grados registrado en 1949.
El calor y el viento también avivaron los incendios forestales que ya llevaban días arrasando con los bosques. Al sur de Burdeos, miles de personas tuvieron que ser evacuadas ante la amenaza de las llamas.
En el municipio de Teste-de-Buch, cerca de la Duna del Pilat, muy popular entre los veraneantes, unas 8.000 personas fueron puestas a salvo el lunes como medida de precaución. En total han tenido que abandonar sus campings y alojamientos 16.200 turistas de la zona. Ya se han movilizado 1.700 bomberos en la región y el Ministerio del Interior anunció que el número de aviones de extinción de incendios se elevaría de seis a nueve.