El bulevar Century de Inglewood, en el condado de Los Ángeles, que será la sede del Super Bowl el domingo, muestra cómo se ha lavado en tiempo récord la imagen de un enclave conocido por el crimen y por las personas sin hogar que acampan en la zona.
Banderolas, carteles o anuncios del evento en pantallas gigantes maquillan la realidad en esta avenida donde se ubica el Estadio SoFi, que mañana acogerá la final de la Super Bowl.
Casi 100 millones de personas vieron el gigantesco acontecimiento deportivo el año pasado, así que las autoridades del condado -y de Inglewood- se han coordinado para que la imagen internacional de la marca Los Ángeles salga muy bien.
La premisa es garantizar que no se produzca ningún episodio de violencia o crimen y borrar cualquier atisbo de los campamentos de personas sin techo que, como en el resto de Los Ángeles, se han disparado por la pandemia de covid.
“Cerca del estadio no veremos los campamentos, pero si conducen solo unas millas verán la devastación de Los Ángeles”, explica la directora del programa de acogida de la organización Union Rescue Mission en Los Ángeles, Cynthia Jiménez.