PHOENIX, Arizona – Uno se imagina la ceremonia de ciudadanía como un acto muy solemne en una gran sala abarrotada de inmigrantes jurando lealtad a Estados Unidos, pero lo que Martha Leticia Murrieta vivió debido a la pandemia del coronavirus fue algo totalmente diferente: estaba, sola, en su auto y en un sencillo proceso tipo “drive-thru”.
Martha Leticia Murrieta, quien desde este jueves ya es una estadounidense de origen mexicano, describe la escena como “surrealista” y “nunca imaginada”.
“Fuimos diez personas que asistimos a nuestra ceremonia, cuando llegué había una cola pequeña donde nos teníamos que identificar sin bajar el vidrio, como requisito nos pidieron cubrebocas obligatorio”, dice la latina, quien rindió su juramento en Phoenix, Arizona.
Uno de las estipulaciones que les demandaron los agentes de inmigración cuando le hablaron por teléfono para darle la fecha de su ceremonia de naturalización fue que asistiera sola y respetando en todo momento las medidas sanitarias impuestas para intentar atajar la pandemia que ha contagiado a más de 1.5 millones de personas en EEUU, de los cuales más de 93,000 han muerto.
Murrieta se sumó así a los más de 700,000 inmigrantes con permiso de residencia (green cards) que se naturalizan cada año en Estados Unidos.