Las noticias sobre el avance del coronavirus en Nueva York siguen sin ser alentadoras. Entre el martes y este miércoles el número de casos de contagios en todo el estado aumentó en más de 10%, y hasta el cierre de esta edición habían pasando de 75,500 a 83,712, de ellos al menos 47,439 en la Gran Manzana, mientras las muertes llegaron a las 1,941, de esas 1,096 en la ciudad en las últimas 24 horas.
Así lo anunció el gobernador Andrew Cuomo, quien advirtió que las próximas semanas serán cruciales en medio de la lucha contra el mortal brote, tras mencionar que el pico del COVID-19, cuando el número de contagios se desbordará, se presentará a finales de este mes y no en unas dos semanas como se indicó hace unos días. El mandatario estatal mencionó a su vez que la crisis persistirá incluso en el verano y dijo que aunque nadie sabe a ciencia cierta cuando terminará, se prevee que no será antes de tres meses.
“Muchos se preguntan cuándo se va a acabar esto. La gente quiere respuestas, yo quiero respuestas, pero nadie sabe con seguridad. Nadie sabe qué va a pasar (…) La gente dice: ‘bueno, ¿cuándo termina, en dos semanas, en tres semanas, en cuatro semanas?. Este modelo proyecta que tendremos una alta tasa de mortalidad hasta julio. Si este modelo es correcto, podría pasar en el verano ”, dijo Cuomo, al tiempo que reveló otro dato bastante alarmante.
El Gobernador mencionó que según cifras de la Fundación Gates, la pandemia pudiera dejar hasta 16,000 muertes en Nueva York, por lo que hizo un nuevo llamado a la comunidad para que asuma con responsabilidad en el aislamiento social y el período de cuarentena.
Cuomo destacó que si los neoyorquinos no cambian de mentalidad y continúan saliendo y compartiendo espacios con amplia densidad de personas, vendrá una crisis incontrolable en el sistema hospitalario, debido al número de casos de cotagiados graves que se pudiesen presentar.