Del COVID-19 Todos Cuentan la Verdad a su Manera. Por ROQUE J. DE LEÓN B.

Desde el mismo instante en que la Administración del Gobierno Dominicano, a través del Ministerio de Salud Pública admitió los días 1° y el 17 de marzo respectivamente de la existencia de los primeros casos y muerte a causa del COVID-19; los diferentes estamentos de la sociedad incluidos el Estado, los partidos políticos y parte de los ciudadanos no concienciados han actuado a su manera ante la pandemia, en muchas ocasiones sin tomar en cuenta el daño que causan a la parte del pueblo que con gran disciplina y sacrificio, cumple con el protocolo establecido por la Organización Mundial de La Salud para conservar sus vidas.
Recordamos que desde esa misma fecha y hasta el 27 de junio del 2020 los responsables de tomar las decisiones en nuestro país, hasta este momento, solicitaron cuatro Estados de Emergencias los que aunque generaron acaloradas polémicas, fueron aprobados por el Congreso Nacional.
Simultánemente, el país y la economía en sentido general eran cerrados causando grandes trastornos a las familias, a las pequeñas y medianas empresas mientras las autoridades no cumplían con la más simple de sus responsabilidades, pero vital para la planificación y toma de desiciones, aplicar a la población las pruebas necesarias.
A pesar de los tantos cierres, toques de queda y los daños irreversibles causados a la Salud Mental como a la Economía del país, no han sido capaces de educar, disciplinar y concienciar a un alto porcentaje de la población, debido a la poca confianza que inspiran por las permanentes denuncias de su accionar irregular y anti-ético en el uso de los recursos puestos a su disposición para combatir la pandemia.
Como si eso fuera poco, el Presidente de la República suspendió el Estado de Emergencia el 27 de junio, aún faltaban cuatro días para su vencimiento; él debía integrarse a la campaña electoral de los candidatos a la presidencia y congresuales de su partido. Con esa inconducta se justificaba el accionar de los demás políticos, a la vez que se perdía la moral para enfrentar la irresponsabilidad de la población ante la pandemia.
A esto se adelantaban la primera y segunda etapa de la apertura comercial, muy bien manejada por los pequeños y medianos empresarios y comerciantes, pero muy mal supervisada y controlada por las autoridades. Por esa razón debieron suspender la tercera etapa, aunque de forma extraña e inconsciente aperturaban los aeropuertos y el Turismo en todo el territorio nacional.
A esta fecha nuestro país cuenta con más de 48,000 mil infectados y sobre 900 fallecidos a causa del virus, cosa que lamentamos.
Hoy, viernes 17 de julio, justamente 4 meses después del anuncio del primer caso y fallecimiento local como consecuencia de la pandemia, cuando el reloj marque las 10:00 a.m. el Congreso Nacional iniciará el conocimiento de un nuevo Estado de Emergencia. Este tendrá como particularidad, que aunque representa un retroceso y pone al desnudo el mal manejo de la pandemia, además de representar la tumba para nuestra Economía esta vez, cuenta con el consenso de los legisladores y una parte importante de la sociedad.
Si bien es cierto que el descuido de las autoridades, de igual manera, la falta de responsabilidad y concienciación de un número importante de la población nos ponen ante este difícil momento, no menos lo es, que representa un llamado a los ciudadanos responsables a no ser apáticos a los hechos que nos afectan a todos por igual. Hoy quienes cumplieron con el protocolo pagan por el irrespeto de los desaprensivos y la falta de autoridad, que pone en evidente peligro de desaparición a muchas pequeñas y medianas empresas.
Como entes sociales estamos llamados a ser proponentes y generadores de cambios. Por esto debemos entender que aunque estamos en una democracia representativa, tenemos el deber de exigir a nuestras autoridades enfrentar con entereza y responsabilidad los males que afectan al colectivo por igual y que los recursos asignados para tales fines, sean utilizados con transparencia y equidad.
Lo anterior, sólo puede lograrse en la medida que «Eduquemos y formemos a ciudadanos comprometidos e interesados en la formación de una sociedad donde los servicios básicos y fundamentales para el ser humano sobrevivir de forma digna, no sean un imposible para la mayoría de la población.
Para obtener resultados diferentes a los que hemos logrado hasta ahora en el manejo de la pandemia del COVID-19 en República Dominicana, las autoridades deben ser transparentes en el manejo de los recursos de la información, técnicos, económicos entre otros. Mientras que la ciudadanía debe apegarse a los protocolos establecidos: distancia, higiene, mascarillas y un sistema inmunológico fuerte.
Tenemos que frenar la formación de una sociedad de «Letrados Indigentes», donde los llamados «Planes Sociales» representan una de las plataformas para enriquecer a miembros de grupos del poder político.
Al final, ante el mal manejo de la pandemia por los administradores del Gobierno y la falta de responsabilidad del lado de una parte numerosa de la población, haciendo uso de los recursos que manejan, cada uno cuenta la verdad a su manera. Usted que se ha quedado en casa, saque sus propias conclusiones!
ROQUE J. DE LEÓN B. (MAE)
DIPLOMADO EN COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL
MIEMBRO DEL: SNTP Y SINLOPP

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