Tras un poco más dos meses de estrictas medidas, República Dominicana empieza este miércoles la reapertura escalonada de su economía que, pese a ser una de las mejores de América Latina, ha sido salvajemente golpeada por la pandemia y que ahora enfrenta el desafío de activar su producción sin que resurjan brotes del COVID-19 y que provoquen un colapso, tanto en el sector sanitario como el económico.
Con 441 fallecimientos y 5,997 (45.3%) casos activos de 13,223 personas afectadas, arranca con la primera de las cuatro fases, en la que alrededor de 600 mil empleados vuelven a sus puestos de trabajo.
En esta fase abrirán las empresas pequeñas que tengan hasta 10 colaboradores, las cuales solo podrán abrir con cinco o no más del 50% del ellos, mientras las que tienen un rango de entre 10 y 50 empleados podrán trabajar con un mínimo 10 personas y no más del 50%, según lo dispuso el presidente Danilo Medina en el discurso el pasado domingo.